Llevabamos sólo 10 días de casados cuando, el Che salió de gira por los países del Pacto de Bandung. Era un viaje largo, de tres meses, por lo que le pedí que me llevara como su secretaria, mi puesto real en Cuba. Pero el Che se negó rotundamente.
Fue el momento en que comencé a conocerlo con mayor profundidad, cuando me argumentó que además de secretaria era su esposa y que se vería como un privilegio, porque los otros no podían hacerse acompañar de sus compañeras.
Aleida March