El síndrome del impostor es más frecuente entre mujeres, pero no exclusivo. En Oxford veo llegar a estudiantes con la sensación de que no van a ser lo bastante inteligentes. Si no hubiera nadie allí para calmarlos, escaparían corriendo a casa. También escuché a periodistas que lo sufren, porque sienten que valen tanto como el último artículo que escribieron.
Jocelyn Bell