Creo que el amor romántico es una trampa muy grande, para las mujeres sobre todo, en la que nos enseñan a sacrificar mucho por nada. Encima en esta sociedad consumista se crea esa necesidad para que consumas. ¿Qué haces en San Valentín?, pues una cena, una escapada romántica, un regalo; y en esta sociedad el amor romántico se asocia mucho al consumo, a altísimas expectativas, y sobre todo mucho a la belleza.
Lucía Etxebarria