Este pobre Diario que contiene todas estas aspiraciones hacia la luz, todos estos impulsos habrán deconsiderarse como arranques de un genio aprisionado si el final fuese coronado por el éxito, ¡pero serán vistos como delirios vanidosos de una criatura banal si terminó enmoheciéndome eternamente! ¡Casarme y tener hijos! ¡Pero cada lavandera puede hacer otro tanto! A no ser que encuentre un hombre civilizado y lúcido o débil y enamorado. Pero ¿qué es lo que yo quiero ? Vosotros lo sabéis bien. ¡Yo quiero la gloria! No es este Diario el que me la otorgará.
Maria Bashkirtseva