Supongo que no soy la única que oyó buen jazz por primera vez en un burdel. Pero nunca intenté sacarle partido. Si hubiese oído a Louis Armstrong y a Bessie Smith en una reunión de niñas exploradoras, me habría gustado lo mismo. Pero muchos blancos oyeron por primera vez jazz en casas como la de Alice Dean y contribuyeron a etiquetarlo como "música de burdel".
Billie Holiday