Abandoné La Oreja de Van Gogh por un reto personal.
Lo dejé en el momento más alto de nuestra carrera. Fue una decisión difícil que debía tomar porque sentía necesidad física de empezar una nueva etapa. Pero reconozco que dejar atrás tantos buenos momentos, una historia tan bonita como la del grupo, me hizo sufrir mucho. Llegar a esa conclusión y dar el paso de iniciar una carrera en solitario fue muy duro.
Amaia Montero